La primera vez que vimos el Crocus nevadensis fue en enero del año 2000, durante una travesía del Pinsapar, a un lado del camino, cuando ya iniciábamos la bajada hacia Benamahoma. Nos sorprendió un poco encontrar una flor de bulbo en pleno invierno en el Pinsapar, pero en realidad no había solo una especie, sino dos. Claramente había dos tipos de flores, de las cuales una era bastante menos abundante, apenas se podían distinguir un par de ejemplares. Un par de fotos hechas a toda prisa, porque esperábamos un buen castigo para las rodillas hasta llegar a Benamahoma, fue lo que quedó de aquél encuentro. Y menos mal, porque con las prisas no nos fijamos demasiado en los detalles.
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Crocus nevadensis, la primera foto |