La primavera del año 2011 fue la del Asphodelus roseus. Nos habíamos enterado de que era una de las últimas joyas que se habían añadido a la corona botánica de la provincia de Cádiz, y sabíamos de su existencia por un artículo de 1990 de Díaz Lifante, donde da cuenta del hallazgo de ejemplares de la especie a principios de los 80.
Asphodelus roseus |
Las características de la misma son bastante similares a las de Asphodelus fistulosus, de la que hay quienes consideran que es una subespecie.
De esta especie tan abundante, que podemos con facilidad ver en cunetas y solares, en terrenos degradados e incluso en aceras, saliendo por grietas de las losetas de la solería, la distinguen el color rosado de los pétalos a que hace referencia el nombre específico, la base amarilla de los filamentos de los estambres de A. roseus y la presencia de restos fibrosos de hojas secas en la base de las rosetas de hojas de este último.
Restos fibrosos de hojas viejas en la base de la roseta de hojas |
También se distinguen en su abundancia y en las preferencias ecológicas. A. fistulosus es muy abundante, mientras que A. roseus es muy escaso, y en tanto que el primero es poco exigente y no tiene preferencias por el tipo de suelo, el segundo es muy estricto en este aspecto y solo crece en terrenos ácidos derivados de la descomposición de areniscas del Algibe, en brezales de zonas altas.
El primer ejemplar hallado de Asphodelus roseus |
En cuanto a su distribución, A. fistulosus tiene amplia presencia en toda la Región Mediterránea y Oriente Medio, mientras que A. roseus se consideraba endémico de Marruecos hasta su descubrimiento en la provincia de Cádiz. Aquí tiene una distribución muy reducida, limitándose a las sierras de Ojén y Saladavieja, donde subsiste en poblaciones dispersas. Estas escasas localidades gaditanas constituyen las únicas poblaciones europeas de la especie, que tiene la mayor parte de sus efectivos al otro lado del Estrecho de Gibraltar.
Espiga floral de Asphodelus roseus |
Después de mucho pensarlo, este año nos decidimos a buscar la especie, y conseguimos encontrar algunos ejemplares y fotografiarlos. Con la impaciencia lo intentamos demasiado pronto, entre mediados de marzo y principios de abril, antes de su período normal de floración plena, que parece ser que comienza a mediados de abril. Cuando los encontramos solo vimos algunos ejemplares sueltos con flores, pero identificando la roseta de hojas conseguimos distinguir más especímenes alrededor, aunque no nos pudimos hacer la idea de su abundancia.
Asphodelus roseus en su ambiente |
La especie ha sido clasificada como Vulnerable en la Lista Roja la Flora Vascular de Andalucía de 2005, y también en la de la Flora Vascular de España de 2008.
Muy buen post
ResponderEliminarMuchas gracias
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