Para ser un
narciso, Narcissus cavanillesii
tiene un aspecto muy particular, ya que estamos acostumbrados a la corona que
caracteriza a las flores de las especies del género Narcissus, y en esta
queda reducida a unas pequeñas escamas poco
visibles en las piezas de la corola.
Narcissus cavanillesii |
Es una planta
de floración otoñal y apariencia endeble, en que las flores suelen preceder a
las hojas. A simple vista no parece un narciso, no solo por la aparente ausencia
de corona en sus flores, sino también por sus tépalos erecto-patentes y su tubo
casi inexistente.
Narcissus cavanillesii |
Inicialmente
clasificado por el gran botánico Antonio José Cavanilles y Palop como Pancratium
humile, incluyéndolo en el mismo género que la azucena de mar (Pancratium
maritimum), recibió diferentes nombres – la mayoría referidos a su pequeño
tamaño – y fue incluido en diferentes géneros – Pérez Lara lo cita en la
primera entrega de Florula gaditana como Carregnoa humilis - hasta
que en 1969 fue por fin encuadrado en el género Narcissus por el
botánico americano Hamilton Paul Traub como Narcissus humilis. Pero
fueron Alfredo Barra y Ginés López los que en 1984 le asignaron el binomio
válido en la actualidad y, con muy buen criterio, recordaron en el nombre
específico a su eminente descubridor.
Narcissus cavanillesii |
Su área de
distribución se extiende por el suroeste de la Península Ibérica,
Marruecos y Argelia. En la
Península se encuentra en Andalucía Occidental, sur de
Extremadura y zonas colindantes de Portugal. En Andalucía no es raro
encontrarlo en las fechas adecuadas en las provincias de Huelva, Sevilla,
Córdoba, Málaga y Cádiz, sobre terrenos arcillosos.
Narcissus cavanillesii |
Probablemente sea
la provincia de Cádiz la que cuente con más citas de la especie, pero esta
aparente abundancia no debe hacernos olvidar que es una planta incluida en
diferentes textos legales de protección y conservación de especies amenazadas,
tanto a nivel europeo como nacional y autonómico.
Narcissus cavanillesii |
Como Narcissus humilis se encuentra incluida en el Anexo II de la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de
1992 relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora
silvestres como “Especie vegetal de interés comunitario para cuya conservación
es necesario designar zonas especiales de conservación”. En la legislación
española aparece como Narcissus cavanillesii en el Listado
de especies silvestres en régimen de protección especial de Real Decreto
139/2011, de 4 de febrero para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres
en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies
Amenazadas. Y en Andalucía, también como Narcissus cavanillesii, en el Listado andaluz de
especies silvestres en régimen de protección especial del Decreto 23/2012, de 14 de febrero por el que se regula la
conservación y el uso sostenible de la flora y la fauna silvestres y sus hábitats.
Narcissus cavanillesii |
Aunque hemos visto
ejemplares de la especie en la
Sierra de Grazalema y en el Parque de Los Alcornocales, hasta
ahora las poblaciones más florecientes las hemos encontrado en los términos
municipales de Chiclana, Puerto Real y Cádiz, en zonas de litoral y campiña, y
en algunas de estas localidades coexistiendo con los narcisos de floración otoñal
típicos de la zona: Narcissus obsoletus
y, con menor frecuencia, Narcissus
viridiflorus; incluso en una localidad conviven las tres especies. Es
generalmente Narcissus cavanillesii
el primero de los tres en florecer, pero es frecuente que su período de
floración se solape, aunque sea brevemente, con el de los otros dos,
posibilitando el cruzamiento. Pero de este tema hablaremos más adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario