Carregnoa dubia fue descrita
como nueva especie por José María Pérez Lara en un artículo publicado en 1882
en el tomo 11 de los Anales de la Sociedad
Española de Historia Natural, habiendo encontrado los
ejemplares que dieron lugar a esta publicación en los prados adyacentes a la Ermita del Mimbral, entonces
en el término de Jerez de la
Frontera, y hoy en el de San José del Valle y en la zona
inundable del pantano de Guadalcacín.
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Narcissus x perezlarae |
Pérez Lara, que
reconocía el parecido de estos ejemplares con los del género Narcissus, consultó a su “respetable y sabio amigo”, el
botánico alemán Heinrich Moritz Willkomm y este, aunque expresó sus dudas
acerca de que la supuesta nueva especie pudiera ser un híbrido entre Narcissus serotinus y Carregnoa humilis, confirmó el nombre
que le dio el jerezano.
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Narcissus x perezlarae |
Fue Pío Font Quer
quien argumentó con todo lujo de detalles en su artículo “Notas sobre la flora
gaditana”, aparecido en 1927 en el Boletín de la Real Sociedad Española de
Historia Natural, que Carregnoa dubia
no era una especie sino el producto de la hibridación entre Narcissus dubius y Carregnoa humilis.
Tanto Willkomm como
Font Quer se refieren a las especies cuyos nombres válidos son en la actualidad
Narcissus obsoletus y Narcissus cavanillesii como progenitores
del híbrido que el propio Font Quer bautizó en honor a su descubridor: Narcissus x perezlarae, el nombre con el
que conocemos ahora la planta que viera Pérez Lara.
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Narcissus x perezlarae con Narcissus obsoletus (a la derecha) |
Este solo encontró
dos ejemplares en octubre de 1875, en una zona donde convivían las dos especies
que luego Font Quer demostraría como padres del híbrido, y a pesar de realizar
prospecciones en los años siguientes no volvió a aparecer ninguno más hasta que
un amigo le proporcionó un tercer ejemplar en 1882. A Willkomm le envió
uno de los primeros en 1880 y este le dio tanta importancia al hallazgo que
incluyó un detallado dibujo en el primer tomo de su obra Illustrationes florae
Hispaniae insularumque Balearium.
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Narcissus x perezlarae con Narcissus cavanillesii (izquierda, abajo)
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Ninguno de los tres
ejemplares aparecerían más tarde en los herbarios de los dos botánicos, así que
Font Quer tuvo que basar su razonamiento en esta ilustración y en las
descripciones del jerezano y el alemán. Desde entonces la planta quedó un poco
en el olvido, hasta el punto de que no fue incluida en la síntesis del género Narcissus que Webb realizó para el tomo
V de Flora Europaea, pero Alfredo Barra y Ginés López subsanan el error con una
nota publicada en 1982 en los Anales del Jardín Botánico de Madrid, respetando
la nomenclatura de Font Quer, y en 1984 Benito Valdés, junto con Dietrich y Ute
Müller-Doblies, publican un exhaustivo estudio de Narcissus x perezlarae en Lagascalia basándose en ejemplares
recolectados en la provincia de Sevilla.
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Narcissus x perezlarae |
Entre 1993 y 1996
se encontraron en el norte de Alicante las únicas poblaciones fuera de lo que
se consideraba hasta ese momento el área de distribución del taxon: el suroeste
peninsular. No hay diferencias morfológicas entre los ejemplares de Andalucía
Occidental y los de las poblaciones levantinas, pero sí una característica muy
destacable en estas: la casi total ausencia de los progenitores del híbrido. En
el levante peninsular no existe N.
cavanillesii, y N. obsoletus es
muy escaso, y de hecho apenas se encuentran ejemplares de este último en las
poblaciones alicantinas de N. x perezlarae.
Esto lleva a Jaume X. Soler, quien publicó estos hallazgos en 1998, a pensar que se trata
de una especie fértil, Narcissus
perezlarae (sin la “x” indicadora de que se trata de un híbrido), generada
a partir de la hibridación, tesis que han apoyado posteriormente otros autores
(I. Marques y otros en American Journal of Botany, 2007), al sugerir que podría tratarse de un caso en el
que el híbrido ha desplazado a una de las especies que lo han originado.
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Narcissus x perezlarae |
Posteriormente Francisco Javier Fernández Casas ha descrito la nueva
especie como Narcissus piifontianus en
un artículo publicado en el año 2009, que aún no hemos podido consultar.
Mientras los expertos no digan lo contrario preferimos seguir la nomenclatura
usada en el borrador del género Narcissus
preparado para el volumen XX de Flora Iberica – aún no publicado – y seguiremos
refiriéndonos a los ejemplares gaditanos del híbrido como Narcissus x perezlarae.
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Narcissus x perezlarae |
Nosotros conocemos
de años atrás una población en Chiclana con muy pocos ejemplares que, al igual que
le sucedió a Pérez Lara con los de la
Ermita del Mimbral, no conseguimos ver en flor todos los
años, pero este otoño hemos encontrado dos poblaciones más y con un número
mucho mayor de integrantes. La primera, también en el término de Chiclana, en
un lugar singular, donde conviven las tres especies gaditanas de floración
otoñal del género Narcissus: N. obsoletus, N. cavanillesii y N.
viridiflorus.
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Narcissus x perezlarae |
La presencia de N. x
perezlarae se caía por su peso, el hallazgo es fruto de la deducción; de
hecho, el otoño pasado encontramos en esta misma localidad una nutrida
población de Narcissus x alleniae, el
híbrido de N. obsoletus y N. viridiflorus; por lo visto llegamos
tarde para ver en flor a N. x perezlarae,
así que mucho hemos tardado en encontrarlo aquí. La zona en cuestión ya es
conocida por algunos expertos y aficionados, y en comentario realizado en este
mismo blog ha sido calificada por uno de ellos como “laboratorio genético al
borde de la extinción” debido al urbanismo. Desde estas líneas no podemos menos
que reclamar respeto y protección para este enclave. La segunda población se
encuentra en el término de Puerto Real, y aquí solo concurren los padres del
híbrido.
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Narcissus x perezlarae |
De acuerdo con
nuestras observaciones, entre los narcisos otoñales gaditanos, la primera especie
en florecer es N. cavanillesii, más
tarde comienza la floración de N.
viridiflorus y luego le sigue N.
obsoletus, de manera que cuando en Chiclana hemos encontrado los ejemplares
en flor de N. x perezlarae la
floración de N. cavanillesii decaía y
la de N. obsoletus iba en rápido
aumento, en tanto que unos días más tarde en la de Puerto Real no se veía ni una flor del primero y la
floración del segundo había llegado a su apogeo.
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Narcissus x perezlarae |
En general, los
ejemplares de N. x perezlarae que
hemos observado este otoño no se encuentran aislados individualmente, sino en
macollas donde se agrupan densamente varios ejemplares, o decenas de ellos,
cuyos bulbos han de estar necesariamente muy cercanos o en contacto, sugiriendo
una reproducción vegetativa. En la población de Chiclana estas macollas se
encuentran dispersas por las zonas donde conviven las dos especies que dan
origen al híbrido, mientras que en la de Puerto Real la gran mayoría se
encuentran agrupadas en un solo rodal situado en “tierra de nadie” entre las
áreas ocupadas por una y otra especie.
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Población casi pura de Narcissus x perezlarae |
Hemos observado también
una amplia variedad, tanto de color como de forma, en las flores de N. x perezlarae. El color varía desde el
blanco casi puro de algunos ejemplares al amarillo vivo de otros, aunque sin
alcanzar la intensidad de N. cavanillesii.
En cuanto a la forma, hay ejemplares de tépalos muy anchos y otros que los
tienen estrechos, algunos cuya corola está completamente abierta y los tépalos
patentes y otros de corola más cerrada y tépalos erecto-patentes o casi
erectos. En suma, exhiben con mayor o menor preponderancia los caracteres de
uno u otro progenitor.
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Cápsula casi madura de Narcissus x perezlarae |
Al sernos más fácil
el control de la segunda población – la de Puerto Real – hemos estado haciendo
un seguimiento de los frutos de varios ejemplares hasta que esta semana los
hemos visto maduros y con semillas; lo que no hemos comprobado es que estas
sean fértiles. Tenemos la sensación de estar asistiendo al nacimiento de una
nueva especie, aunque sin tener muy claro como debemos llamarle a la criatura.
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Cápsulas maduras y semillas de Narcissus x perezlarae |
Muy interesante el artículo. Por los años que llevo estudiando este caso, entre otros, de especiación de híbridos, os puedo comentar que las semillas son fértiles. Las he cultivado en dos ocasiones y germinan como cualquier otra semilla y forman bulbos cuya capacidad de auto patentarse todavía está en estudio, pero me aventuro a decir que serán, como mínimo más fértiles que sus progenitores.. Lo mismo sucede con N. alleniae en el "laboratorio genético" (término por cierto, acuñado por F. Ureña, en el lugar que dio pie a la comprensión de este fenómeno, con otras especies involucradas, en San Román de los Montes, Toledo). N. alleniae es otra especie incipiente, que se va depurando a base de la germinación de estas semillas fértiles. Es una lotería que suceda, pero cuanto más aislamos y restringimos varias especies en un mismo escenario, la posibilidad de que toque aumenta enormemente. Este proceso evolutivo, cuyas riendas hemos tomado nosotros con nuestra actividad destructiva de los hábitats, me atrevería a decir que es en tiempo real. No hace falta que pasen miles de años, tan solo unas cuantas décadas de forzar a la comunidad de insectos a que “jueguen a la lotería” con un bombo donde los números están repetidos varias veces.
ResponderEliminarAprovecho vuestra colecta para preguntaros si tenéis pensado hacer algo con esas semillas y si en ocasiones futuras tendrías posibilidades de marcar plantas y colectar semillas. Por las fotos que mostráis diría que esas semillas en particular carecen de embrión… y es que en estos cruces las cápsulas contiene semillas que pueden contener semillas fértiles e infértiles. De ahí que cuantas más plantas haya generadas por esas semillas fértiles, más semillas fértiles contendrán las cápsulas de futuros cruces. Si a esto le añadimos que las plantas que se originaron por semillas, tiene también su propia capacidad de clonación por división vegetativa, el proceso se acelera más aún porque hay más disponibilidad de plantas con esa incipiente capacidad de crear semillas fértiles.
Gracias Rafael, por tu participación en nuestro blog y por tus aportaciones. Es un honor que nuestra modesta entrada le interese a un experto en la materia como tú.
EliminarLas semillas que hemos colectado tenemos pensado sembrarlas para ver si germinan. Creo que tienes razón al decir que las de las fotos puede que carezcan de embrión; una buena parte de las que recolectamos (solo nos llevamos las cuatro cápsulas que se ven, no somos partidarios de interferir en los procesos de la naturaleza, que es más sabia que nosotros) están muy arrugadas, pero aunque no se aprecie bien en la foto, alguna hay que tiene suficiente volumen como para alimentar esperanzas. Estas cápsulas proceden de la población que hemos encontrado este otoño en Puerto Real, y cuyo núcleo es, como comentamos en el texto, un rodal formado exclusivamente por híbridos. Hemos intentado reflejarlo - con poco éxito, me temo - en la penúltima foto que ilustra el artículo. Todos los ejemplares que se ven en ella, y unos cuantos más que están fuera de cuadro, son N. x perezlarae, pero intentando que se viera el conjunto se pierden los detalles. Tras el descubrimiento de este rodal lo hemos estado siguiendo hasta ver los frutos maduros. No hemos marcado los ejemplares puesto que no hacía falta, ya que teníamos las plantas localizadas. Otra historia sería hacer el seguimiento de las de Chiclana que, aparte de quedar más lejos de casa, están mezcladas con los padres, los "tíos" y los "primos"; en este caso sí haría falta marcar para hacer el seguimiento. Estamos abiertos a vuestras sugerencias, aunque ya sabes que nosotros no somos especialistas, sino aficionados más bien generalistas.
Un abrazo.
Magnífico artículo, exhaustivo y completo, me ha sorprendido gratamente. Mi enhorabuena.
ResponderEliminarUn Saludo desde Alicante
Muchas gracias.
EliminarEsperamos que haya algunos más en nuestro blog que te interesen, y agradeceremos tus comentarios, sean o no críticos.
Saludos desde Cádiz.
Hoy he visto una pequeñisima poblacion de N. x Perezlarae en la Laguna de Medina
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